viernes, 4 de abril de 2014

Asecho de la noche

"Noche a anoche en medio de pensamientos y tristezas sobrevivo, sintiéndome observado, amenazado ante una presencia un tanto aterradora, esta noche cuando mi reloj está a punto de marcar las tres de la mañana, estoy dispuesto a enfrentar a dicha sombra que me observa, esta noche en que el odio me consume y me da fuerzas, estoy dispuesto a combatir, sin importar que sea, aunque pensando que no es más que una jugada de aquellos demonios internos que me atormentan. Con las fuerzas suficiente que me brinda el odio que almaceno en mi ser, grito, esperando a que alguien responda, aunque mi ser racional me diga que nadie contestará, lo cual no ocurre, esta ves vuelvo a gritar, esbozando enojo.
-Maldito ser inhumano dejadme tranquilo en mi soledad.

Esta vez sí hay una respuesta, un aire frío recorre mi espalda, un leve temor invade mi cuerpo, aunque este no se asemejaba a la rabia que mi ser emanaba, esta sería la ocasión en que me liberaría de aquella sombra tan terrorífica que me incomodaba. Un fuerte grito se esparció en mi cuarto, un grito inhumano, un grito que haría temblar al mas de los valientes, un grito lúgubre y demoníaco, sabía que el momento había llegado, luego de aquel grito, un silencio terrorífico se apodero de la noche, la oscuridad se hizo más tensa, de las sombras emerge tan abominable criatura, aspecto tan repugnante, sus ojos inundados de rabia y odio hacia mí, ¿que pude haber causado yo, para justificar aquel inmenso rencor? Aquella mirada paralizo mi cuerpo, no tenia defensa alguna, no había escapatoria, todo indicaba que no había más que mi final, mi ser racional había muerto desde el momento en que aquella criatura apareció. Aquella diabólica criatura avanzo hacia mí, con deseo de matar, aquel deseo que muchas veces había sentido, ahora me había rendido, yo había sucumbido a aquellos oscuros deseos de dicha criatura, en su mano un arma; placentero el frió que mi piel logro percibir, frió de aquel metal que hacia contacto con mi piel. Una parte de mi estaba feliz, no era aquella felicidad efímera a la que me había acostumbrado, sentía que sería una felicidad eterna, sentía calma, repentinamente caigo en cuenta de algo, mis ojos han estado cerrados durante mucho tiempo, me pregunto ¿Cómo pude haberme percatado de aquella criatura? ¿Será uno más de aquellos estúpidos sueños? O ¿una mala jugada de mi cerebro? Al abrir los ojos no es grata la sorpresa, esa criatura se encuentra presente, se encuentra apuntándome, ahora que abro los ojos, puedo describirlo todo, me encuentro frente al espejo y apunto de jalar el gatillo."

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